Minerva pretende unos US$ 338 millones de sus accionistas para bajar deuda
“La historia siempre se repite, al menos dos veces”. La frase del filósofo Georg Hegel le viene como anillo al dedo a Minerva Foods, el mayor exportador de carne vacuna de Sudamérica. Después de sufrir una brutal devaluación tras una fusión o adquisición por R$ 7,5 mil millones con Marfrig y ver su deuda dispararse, la empresa de Vilela de Queiroz recurrirá a sus accionistas para arreglar su balance, consignó TheAgriBiz. En un hecho relevante la compañía anunció un aumento de capital privado de R$ 2.000 millones (unos US$ 338 millones), valor capaz de equilibrar la estructura de capital de la compañía, reduciendo el apalancamiento (ratio entre deuda neta y Ebitda) que llegó a 5 veces en diciembre.
La estrategia no es nueva. En 2018, menos de un año después de adquirir los frigoríficos de JBS en el Mercosur por US$ 300 millones, Minerva realizó un aumento de capital privado de R$ 1,1 mil millones. En aquel momento, la fusión parecía difícil de digerir sólo con las sinergias que traía la integración, como ocurre ahora con las plantas frigoríficas compradas a Marfrig.
En entrevista con Brazil Journal, el director financiero de Minerva, Edison Ticle, dijo que el costo financiero en Brasil es tan alto —con la tasa Selic encaminándose hacia el 15%— que la operación podría generar valor para el accionista, incluso considerando el importante descuento de las acciones en el aumento de capital. La apuesta es que, con menos deuda (reduciendo así el peso de los intereses en el balance), Minerva ahorraría más de R$ 300 millones en gastos financieros, aumentando el lucro de la empresa.
Para lograrlo, sin embargo, la empresa necesita convencer a los accionistas minoritarios para que participen en la ampliación de capital. Con el precio de las acciones en el aumento de capital privado de R$ 5,17, lo que representa un descuento del 20% sobre el precio de las acciones, los accionistas minoritarios recibirán un incentivo para participar. Tal como ocurrió en 2018, Minerva dará una opción de compra a los accionistas que participen del aumento de capital privado, lo que podrá llevar la operación a R$ 3 mil millones. Con esta opción de compra (más conocida como warrant), los accionistas tendrán derecho a comprar nuevas acciones de la compañía dentro de tres años, por el mismo precio de R$ 5,17. La lógica del incentivo es sencilla. Como las acciones de Minerva tienden a recuperarse, lo que refleja un balance más sólido, ejercer las opciones sería muy atractivo. Cualquiera que haya participado en la ampliación de capital privada de hace siete años no se arrepiente.
La pregunta es qué tan grandes serán los accionistas minoritarios. Por ahora, la mitad de la operación de R$ 2 mil millones está garantizada por los controladores. VDQ, holding de la familia Vilela de Queiroz, se comprometió a inyectar R$ 700 millones. Salic, empresa de inversiones que pertenece al fondo soberano de riqueza de Arabia Saudita, invertirá R$ 300 millones. La transacción reordenará la estructura societaria de Minerva, colocando al vehículo Vilela de Queiroz nuevamente en la posición de mayor accionista de la compañía, con poco más del 25%. VDQ posee actualmente el 31% de Minerva, pero la participación proporcionalmente menor de la compañía en la operación podría reducir la posición de la compañía a menos del 25% si los accionistas minoritarios de la compañía también acuerdan participar en el aumento de capital.